A las pocas fracciones de sengundo todo era muy gracioso
y no podía sentarme sin tirarme para el costado y descostillarme de la risa.
Y bueno, lo poco que me queda por decir es que de canción de fondo
en mi sapucustrado cerebro sonaba dora la exploradora y no podía ponerle pausa.
Me despido,
aguante el metal,
miranda,
buggs bunny,
y tu papá en tanga de leopardo.
Jipalinas.
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